domingo, 27 de julio de 2014

CARPE DIEM

CARPE DIEM
Se feliz ahora
     
   
72 cumpleaños
 Aprovecha el momento presente para ser feliz. Este momento es irre-petible. El ayer pasó y el futuro no ha llegado. Lo único real que puedes vivir es el presente. Si te refugias en el pasado añorando tiempos que te parecen mejores o lamentándote de los errores come-tidos o de las desdichas sufridas, se te pasará el presente sin vivirlo. Si aplazas tu felicidad  a sucesos futuros, “Seré feliz cuando alcance estas metas, o cuando me case o etc”  habrás perdido tu oportunidad de ser feliz ahora, lo mismo que si vives angustiado por posibles desdichas del futuro.

      Del pasado lo único que nos puede ser útil son las enseñanzas de los errores cometidos, pero no para lamentarse por ellos sino para no volver a caer en la misma piedra. De la misma forma, las previsiones del futuro nos pueden servir solo para que tus decisiones y actos de hoy te ayuden a alcanzar los objetivos propuestos.
       
    
Carmen y Rita, mis amigas
Aprecia y valora lo que tienes, empe-zando por ti mismo. Claro que no eres perfecto y eso es algo que no debería preocu-parte, pero tienes tus cualidades que puedes cultivar y mejorar con el tiempo si te lo propones sin ex-igirte demasiado. Una de las bases de la felicidad es estar satisfecho contigo mismo y con tu entorno. No seas demasiado severo contigo, no lo serás con los demás y vivirás más feliz. Preocúpate por tu familia y amigos y por su felicidad. Entre otras cosas esto hará que te quede menos tiempo para preocuparte por ti mismo. Mejorareis todos, tu familia, tus amigos y tú mismo y seréis más felices.
    
        Cuando tengas algún problema real, de salud, tuya o de alguien querido, no te desanimes ni pierdas la confianza en superarlo. Busca los medios
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para ello. En primer lugar, si lo que te preocupa afecta a tu familia, comparte con ellos el problema y las posibles solucio-nes. Con ello no solo encontrarás la mejor solución, sino que aceptareis mejor las posibles consecuencias de la misma y dejará de ser una preocu-pación angustiosa para ser una labor compartida. Os sentiréis más unidos y con mejor ánimo.

       Si se trata de un problema de salud, buscad un buen asesoramiento, un médico en el que podáis confiar. Si tenéis claro el diagnóstico y tratamiento, podéis estar preocupados pero no angustiados, sabiendo a que os enfrentáis y como vencerlo. El problema compartido será más llevadero y no os privará de ser felices. 
        
   Contaba Riky Diaz en una charla titulada, "Las tres cosas que aprendí mientras se estrellaba mi avión", que volando hacia Nueva York, notó un bandazo extraño y la azafata les comentó que había fallado un motor pero que no había peligro. Al poco, otro bandazo mas fuerte, el segundo motor y el comandante dijo, "prepárense para la colisión", él entonces pensó tres cosas.
         
     La 1ª, todo cambia en un instante, pensó en todo lo que quería hacer y no hizo, en las personas a las que no les dijo lo que las quería y pensó que no hay que aplazar nada, que hay que disfrutar cada minuto porque puede ser el último. Ya no tiene buenos vinos en su bodega, se los ha bebido todos.

La 2ª fue el tiempo desperdiciado en cosas que no importan con gente que si importa. "No he vuelto a discutir con mi mujer, dijo, prefiero ser feliz que tener razón".

La 3ª, lo que mas me sorprendió fue comprender "que morir no da miedo". Parece que te estés preparando toda tu vida. Sientes tristeza porque amas la vida. Piensa que no vas a vivir siempre y preguntate si estás siendo la mejor persona que puedes ser.

       No está en nuestra mano evitar que nos ocurran cosas, lo que si depende de nosotros es la forma en que las afrontamos. No tienen por qué mermar nuestra felicidad. Nuestra felicidad no depende tanto de factores externos como de nuestro ánimo y nuestra actitud interior. También te puede ayudar tener una mascota.

     
Vamos a reir
 Por último y no menos importante, ríe, ríe todo lo que puedas. Como canta José Mota, quinientas risas y después quinientas más. Aprovecha todas las oportunidades que se te presenten de reír y cuando no se presenten, te las buscas. Lo mismo que cuando eres muy feliz, tienes ganas de reír, también la risa te conduce de la mano a la felicidad.  Eso sin contar el efecto probado beneficioso de la risa en la salud física (es uno de los ejercicios más saludables para el corazón, sistema cardiovascular y respiratorio) y para el equilibrio sicológico. No te digo que te cure las enfermedades, pero ayuda a curarte y además, entre tanto, lo pasas mucho mejor.


         No te cortes, cuenta y disfruta chistes y ríe todo lo que puedas.

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