sábado, 26 de septiembre de 2015

El Hospital me envía a un amigo

El Hospital me envía a un amigo

No ha sido la última ayuda hospitalaria inesperada. El 18/9/15, me avisan del Hospital de que vendrá a visitarme un médico de UHD. En efecto, llega esa misma mañana, se llama Rafael y es una persona encantadora y un buen médico, que demuestra conocer bien mi historial y que después de un reconocimiento me cuenta que me han incluido en el plan de la Unidad Hospitalaria a Domicilio (UHD), que me visitará cuando les llame y que además llamará él periódicamente para preguntar como sigo y si necesito algo y que me ayudará también para hacer en domicilio los tratamientos hospitalarios que sea posible y de esta manera evitar alguna visita al hospital. 

Me tomó la tensión, temperatura, índice de oxígeno, me auscultó y me hizo el reconocimiento habitual en el hospital. Pocos días después me llamó Rafael de nuevo para preguntarme cómo me encontraba y si necesitaba algo.

Además de llamarme por teléfono para conocer mi estado, ha venido dos veces a verme en poco tiempo. Aparte de los reconocimientos, en domicilio pueden hacerse muchas de las cosas que hasta ahora eran exclusivas del hospital como oxígeno, extracciones de sangre para análisis e incluso se hacen transfusiones sanguíneas. Tienen también una unidad en el hospital en el que se realizan muchas prácticas habituales con un ahorro de tiempo considerable. Yo sigo con los tratamientos de hospital de siempre pero agilizados de forma notable y evitando en algunos casos el desplazamiento al hospital y estando al mismo tiempo más controlado y ayudado que antes. Gracias.


Batidos para engordar

Batidos para engordar

A veces conviene engordar un poco, especialmente cuando pierdes fuerzas y masa muscular. Entonces es preciso reponer lo que te falta para hacer frente a la enfermedad.

Tenemos comprobada la relación entre alimentación y salud, especialmente cuando la salud falla y la queremos recuperar. Determinados alimentos ayudan a superar ciertas dolencias mientras que otros son un obstáculo, especialmente con el cáncer. Siempre lo he tenido claro, pero me planteaba, para mi enfermedad concreta, ¿Qué alimentos debo tomar o evitar? Hablando de este tema con mi oncólogo y en especial sobre la bajada de defensas y de peso que estaba experimentando, me remitió a la nutricionista Dra Ballesta.
El 23 de Julio, después de medirme, pesarme para calcular en índice de masa corporal y de estudiar mi historial y análisis, me dijo que el peso era correcto y que debía mantenerlo. 

Otra cosa era que me encontraba flojo y bajo de defensas, por lo que debía fortalecerme, teniendo en cuenta la diabetes y que debía controlar también el colesterol, más tarde se corrigió de nuevo por los cálculos biliares y así se va adecuando a los cambios de mi estado físico.  

Batidos de vainilla y chocolate
Teniendo en cuanta todo esto me confeccionó un régimen de alimentos con distintas opciones para desayuno comida, merienda y cena, además de los suplementos que eran necesarios en mi caso para refuerzo de nutrición y que como tales suplementos no debían interferir con las comidas. Se trata de los batidos, ricos en proteínas, que su utilizan como complementos dietéticos y se presentan con sabor a vainilla o chocolate y ayudan a reponer la masa muscular. Ya los había tomado alguna vez estando hospitalizado, cuando comía poco de la comida hospitalaria, cosa que quien haya comido en hospital comprenderá perfectamente. Creo que aunque a estuviera buena, hay veces que por mi estado personal solo hubiera podido comer un poco. En estos casos me daban unas botellitas con unos concentrados que además de tomarse fácil, sabían bien.

Bueno, pues de esos complementos me recetaron dos al día, para tomar una antes de desayunar y otro después de la cena de modo que no interfirieran con las comidas.

Periódicamente me revisa la nutricionista para controlar peso y las incidencias que se van produciendo en el cáncer y ajustando la alimentación a las nuevas circunstancias. Con esto me siento más tranquilo y controlado. Además me resuelve las dudas que se me presentan en cuanto a mi alimentación se refiere. Tranquiliza el ver cómo están vigilantes y atentos para salir al paso de las incidencias que se presentan.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Cómo ayudar a un amigo que tiene cáncer

Consejos de ayuda

Me consultan conocidos sobre la mejor forma de ayudar a amigos o familiares cercanos a los que se les ha diagnosticado cáncer. Su deseo de ayudar es muy grande pero no saben como hacerlo.También he visto a muchos bienintencionados que en vez de ayudar empeoran el estado de ánimo que pretenden levantar.

El cáncer es algo que hemos visto desde lejos, procurando mirar para otro lado. Es una palabra que nos impresiona hasta el punto de resistirnos a pronunciarla y cuando nos pilla tan de  cerca no sabemos como reaccionar. ¿Qué hago?, ¿Qué le digo?

Le podemos decir cuanto lo sentimos, lo mucho que nos ha afectado una noticia tan terrible, espantosa… ERROR, le vamos a dejar peor de lo que estaba y con menos ánimos para pelear por su salud.

Pues ya está, le decimos lo contrario, que eso no es nada, que es pan comido que se lo va a quitar de en medio en un plis plas … ERROR, nuestro amigo no es tonto y sabe que le estamos engañando y pensará que le mentimos porque está peor de lo que pensaba.

Pues nada, me hago el sueco, yo no sé nada y hablo con él como si nada hubiera pasado ERROR, sabe que lo sabes y si te haces el tonto quedarás como tal y lo que es peor pensará que le ocultáis su gravedad.

Lo mejor es visitarle más a menudo y llevarle algún regalo, libros o lo que más le guste, para que vea lo que le quieres y …  ERROR, parecerá que os estáis despidiendo de él..

Es verdad, pues lo que haré es espaciar mucho más las visitas, para no molestar y no ir a verle sin llamarle previamente preguntando si podemos ir a verle sin molestar, hay que ser prudente, ¿no es así?. Pues mira, otra vez ERROR, ¿Cuándo te has anunciado previamente y pedido permiso para visitarle?, y ahora ¿Por qué?

No cambies los hábitos, seguís siendo los mismos buenos amigos de la semana pasada y no hay razón alguna para cambiar.

En los momentos difíciles y este lo es sin duda, se conoce a los amigos. Como tal, sabes de que pie cojea, lo que le gusta y lo que no, sus puntos débiles y fuertes y cuáles son sus actitudes ante la vida
.
El cáncer no es ninguna sentencia, es una dificultad seria para la que se conocen remedios que hasta hace poco eran inimaginables y las mejores armas para combatirlo son, aparte de los avances médicos, una actitud positiva y el apoyo de las personas que le quieren. Los amigos y la familia no tienen que tratar de influirle ni convencerle de nada, simplemente apoyarle y rodearle de sentimientos positivos. Si el amigo que trata de ayudar tiene prejuicios, miedos y sentimientos negativos respecto a la enfermedad en cuestión, le será de poca ayuda a menos que cambie él por dentro.

El cáncer es una enfermedad de pronóstico incierto que puede venir acompañada de muchas complicaciones que alargan el proceso y que hay que combatir conforme se van presentando, una a una. Habrá momentos en que se encuentre mejor, con más fuerzas y ánimos y otros con menos. Allí están los amigos para ayudar, con toda la verdad por delante. Si se lo propone superará este trago como ha superado los anteriores y se superarán los que se presenten. Ayer se encontraba mejor y mañana se volverá a encontrar bien. De todas formas, el hecho de estar enfermo no significa que no pueda disfrutar de la vida. Hay muchas cosas que puede hacer y de las que puede disfrutar. Si un día no tiene fuerzas ni ánimos para disfrutar de las cosas que le gustan, piensa que mañana si podrá. Piensa también que el tener un amigo que comparte sus preocupaciones y sus padeceres, es un regalo por el que debe dar gracias a Dios, porque los males compartidos son más llevaderos.

Es fundamental la decisión de superar lo que venga y de disfrutar de la vida todo lo que sea posible. Parece mas difícil de lo que es. Al fin y al cabo debemos pensar que la vida es demasiado corta como para desperdiciarla lamentándonos y no sacando todo el provecho que se pueda a lo que tenemos. De mi experiencia personal diré que he visto muy buenos ánimos en la mayoría de los enfermos con los que he coincidido en el hospital y que las depresiones son mucho mas frecuentes y graves entre los sanos que entre los enfermos. 

Es claro que algún día cada uno de nosotros morirá, seguramente de ninguna de las cosas que ahura le preocupan. Se trata de que nuestro final llegue lo más tarde y apaciblemente posible y que hasta entonces vivamos una vida plena y feliz y podamos compartir esa felicidad con los que amamos y nos aman. Todos tenemos mucho que dar y compartir.



Cómo mantener tus aficiones

No renuncies a tus aficiones, adáptalas

Son esas actividades que nos hacen grata la vida, que hacemos por divertirnos aunque puedan suponer trabajo. Hay casos en los que actividad laboral y afición coinciden. Esto es lo ideal, hacer lo que te gusta y que te paguen por eso,  es lo que debemos perseguir, pues lo que nos gusta hacer acabamos haciéndolo muy bien. Pero en cualquier caso las aficiones contribuyen a nuestro desarrollo físico, mental, anímico y de felicidad.

Muchas veces las circunstancias condicionan que practiquemos unas aficiones u otras. Dentro de nuestras posibilidades, debemos elegir las que nos sirvan de mayor provecho y diversión pero sin pararnos a lamentar la falta de las que ahora no podemos practicar. La que me ha acompañado siempre es la lectura, reconozco que es un vicio con el que sigo disfrutando. Curiosamente he esperado a la vejez para leer el Quijote a pesar de haber leído de joven a casi todos los clásicos. Casi me alegro porque me vea ahora más preparado para disfrutarlo.

A pesar de tanta lectura, hasta hace un año no había escrito prácticamente nada  Ha sido un gran descubrimiento el placer de escribir. Es posible que, con el tiempo, llegue a redactar alguna página no detestable pero entre tanto me lo paso bien.

Otra afición sedentaria y grata fue la filatelia, que ha derivado en mero coleccionismo a causa de las distribuidoras de sellos que solo valoran los nuevos guardados por ellos. La auténtica filatelia es la de los sellos clásicos usados. Los nuevos valen una barbaridad para comprarlos y muy poco si los quieres vender.

He practicado, mientras me ha sido posible el senderismo, con un grupo de compañeros que recorrimos los mejores rincones de la provincia, desde la vías verdes, muy sencillas y llanas a través de rutas ferroviarios sin vías, con puentes y túneles, hasta otras más empinadas y duras, a la sierra Aitana, Maigmo, Bernia, Preventorio, Font Roja, etc. Claro que eso fue mientras pude. Ahora, de momento, mis rutas de senderismo se limitan a dar la vuelta a la manzana o en llevar la basura al contenedor. Todo llegará a su tiempo. 

Que gozad
También me gustaba bajar a la playa a primera hora a nadar un poco. Ahora, menos que antes y menos a menudo. Claro que con una compañía así lo de nadar no se echa de menos en absoluto y se disfruta más un breve paseo que la natación de antes. Cierto que no voy a la playa muy a menudo, pero tanto sentado como dando un breve paseo por la orilla, me siento feliz. Eso que se comprende, ¿verdad?

Queda claro que el mejor ingrediente de la felicidad es proponérselo, amar y ser amado.

Con Pachu en la orilla
Con mis hijas

Una mascota simpática y buena también ayuda, como Rita a la que le encanta pasear por
la calle y perseguir a las ardillas y los gatos en el jardín. La jardinería, sin abusar, también resulta aconsejable y divertida. Rita tomando el sol.

Una de las aficiones más formativas físicamente y con la que más he disfrutado, ha sido el gimnasio. Curiosamente no había pisado en mi vida uno hasta después de jubilarme y me lo tomé con entusiasmo, hasta el extremo de conseguir un tono físico y muscular más que potable y llamar la atención entre los compañeros más jóvenes y cachas. Como es lógico es de las abandonadas, de momento, pero me ha sido muy útil para poder hacer frente a las operaciones y superarlas con mayor facilidad. Ninguna actividad física me ha sido mas grata.

Trabajaba todas las partes del cuerpo sin pasarme pero procurando siempre tener que esforzarme lo que podía.
Con la ayuda del monitor me hice una tabla adecuada a mis posibilidades, que seguí con disciplina y tesón.
Terminaba las sesiones con una dosis increíble de optimismo y ganas de mas ejercicio.
En cuanto pueda retomar los ejercicios lo haré.