martes, 26 de mayo de 2015

¿Quinta etapa?

¿Quinta etapa?

Mientras llega la cuarta etapa de la nueva quimio, voy informándome con la idea que siempre me ha acompañado de que es mejor conocer que ignorar. He buscado ahora información en el Instituto Nacional del Cáncer, que tiene una web muy completa que me ha ilustrado sobre muchas cosas y que como suele ocurrir, cada cosa que me aclara, me abre nuevos interrogantes.

Lo primero que he buscado es el tema de los marcadores tumorales. Los hay de muchos tipos pero ninguno de ellos es muy fiable en cuanto a permitir un diagnóstico. Son una proteína que puede responder a unas células cancerosas o sanas, o a variedad de causas. Sí que indican que puede haber algo que investigar pero son bastante inespecíficos por lo que habrá que realizar algunas pruebas hasta dar con el origen. Tampoco es muy indicativa su evolución, que suban o bajen. Uno de los marcadores más conocidos es el PSA que señala a la próstata, pero puede haber un tumor o no, puede no tener nada que ver con la próstata. Si está alta puede no tener causa alguna pero si está bajo es casi seguro de que está todo bien.

Además me he enterado de que fundamentalmente hay tres clases de cáncer según su origen, Primarios si están en el sitio donde se originaron y sus células tienen las características de las sanas de ese órgano; Metastásicos, las que han migrado de otro órgano distinto al que ahora ocupan y que conservan características de su lugar de origen y los de origen Indeterminado de los que se desconoce su origen. Al parecer, los que no están en su lugar de origen (Metastásicos) responden peor a la quimio y por eso son los más peligrosos. En mi caso parece lógico pensar que de los tres que tengo o he tenido, el de hígado es metastásico y el de próstata, primario. No sé si el de colon es también primario o proviene de la próstata, tampoco se en que estadio se encuentran estos dos (el de hígado avanza poco a poco). Tampoco se, aunque se puede suponer con cierta lógica, si el nuevo tratamiento que me proponen tiene algo que ver con todo esto.

Una cuestión que planteo, porque me preocupa, es si hay alimentos que favorecen o complementan la acción de la quimio y si hay otros que no son recomendables porque pueden perjudicarla. Pienso que es posible que no valgan las mismas recomendaciones para distintos tipos de cáncer y puede ser también que varíen de persona a persona. En este caso, más que unas normas generales sería recomendable un estudio dietético personal. Creo que merece la pena investigarlo y esforzarnos en ese sentido.

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